Dies academicus 2018
Jueves 15 de marzo
1968 – 50 años de Medellín – 2018
ACTO DE APERTURA DEL AÑO ACADÉMICO EN LA FACULTAD DE TEOLOGÍA
El diseño del anuncio en las carteleras de la Facultad (un “boceto”, a decir de su autor, el Rector), ya auspiciaba un acto interesante. Y lo fue.
Comenzó con unas palabras del Rector que, además de comentar cuál sería el desarrollo de la actividad, recordó la Pascua de Mons. Julio Bonino y del P. Daniel Bazzano. Esa mención le dio una significación trascendente al acontecimiento, que comenzó con un canto a la Virgen: todos acompañaron a los seminaristas que tocaban la guitarra y llevaban la voz cantante.
A continuación, el Padre Pablo Bonavía se refirió al Documento de Medellín con ocasión de cumplirse los 50 años de su redacción. Hizo una contextualización completa, breve, muy clara, mencionando aquellos acontecimientos puntuales con una proyección internacional en la vida pública que habían tenido un peso decisivo en la configuración de aquellos años. En ese contexto surge el documento que supuso un paso fundamental en la identidad de la Iglesia en América Latina. Una identidad muy bien contextualizada en el momento histórico de la Iglesia, y sustentada por una explicación en la que se puso de relieve la teología del episcopado a partir de la colegialidad subrayada por la Lumen Gentium -explicación que quedó focalizada en la respuesta a la única pregunta que hubo cuando acabó la exposición.
Siguió la Hna. Cristina Robaina con una disertación sobre el papel de la Virgen María en la vida de la Iglesia, y concretamente en la de las personas que en los diferentes pueblos de América Latina cuentan con menos apoyos humanos. Unas reflexiones profundas con una impronta fundamentalmente cordial, acorde con la temática expuesta, acompañada de unas transparencias muy elocuentes.
Intervalo de unos quince minutos, en los que, además de conversar, se pudo disfrutar de café y algunos refrescos, acompañados por algo para comer, lo que también contribuyó a dar un aire familiar al encuentro.
Después se formaron grupos integrados por los seminaristas, a los que se sumaban docentes. Aprovechando la catolicidad palpable de la Iglesia en los participantes (no solo del Cono Sur, sino también de diversos países de América, de Vietnam y de Madagascar), se trataba de testimoniar cómo se vivía a nivel popular la devoción a la Virgen en los diversos pueblos. El diálogo resultó enormemente enriquecedor y sirvió para tener una visión más católica, más universal, de un aspecto tan central de la Fe como es la devoción a la Madre del Señor.
Finalizó el acto con una Misa Solemne, presidida por el Cardenal, en la Iglesia Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro que concelebraron unos veinte sacerdotes. La belleza del templo decisivamente contribuyó al esplendor de la ceremonia. El Cardenal se dirigió en la homilía fundamentalmente a los seminaristas, animándolos a imitar el trato confiado de Moisés con el Señor -haciendo alusión a la primera lectura- como un aspecto decisivo para realizar lo que el mismo Señor pide, y a tomar conciencia de la importancia de cumplir con el propio deber para madurar también como hombres, porque ese cumplimiento del deber de cada uno es como una oración cuajada en obras.
Terminó la ceremonia con el canto de la Salve, vibrante, emocionado, pidiendo a la Virgen del Perpetuo Socorro, que convoca desde el ábside, su protección para todo el curso que comienza y para la vida de cada uno. Final mariano que entroncaba con el principio, también mariano, haciendo alusión a quien es Madre e Imagen de la Iglesia.
RESONANCIAS DEL ENCUENTRO
En el marco de los 50 años de Medellín y bajo la presencia de María en las diferentes culturas contextualizamos el DiesAcademicus2018.
Queremos resaltar, lo que nos decía el Pbro. Pablo Bonavía, uno de los dos expositores en ese día. Con Medellín nace una “teología samaritana” que intenta poner como punto de partida el prójimo y no el propio yo. Desde Medellín la Iglesia latinoamericana adquirió una identidad más encarnada, asumiendo las realidades sociales, culturales e históricas propias del continente.
Como nos lo recordaba la Hna. Cristina Robaina, es de valiosa importancia resaltar la imagen de María, como Madre de todos los pueblos. Una madre que no le es indiferente la realidad de sus hijos. Un amor materno que traspasa toda frontera, toda desigualdad. La Imagen de María, como la primera discípula misionera, que sin demora sale al encuentro de su prima Isabel. Que acompaña fielmente a su Hijo.
Un Dios que se encarnó y se hizo hijo, nacido en un pesebre. Que se hizo hombre entre los que son, a los ojos del mundo, pequeños y pobres, pero predilectos a los ojos de Dios.
Como estudiantes de la Facultad de Teología Mons. Mariano Soler, rescatamos la riqueza e importancia que tienen estos encuentros, ya que son momentos en los cuales docentes y estudiantes nos enriquecemos mutuamente. Compartiendo nuestras perspectivas sobre un acontecimiento que nos involucra como comunidad latinoamericana, siendo enriquecidos aún más con la mirada de hermanos oriundos de diferentes continentes y culturas.
Fernando Spillere
Guzmán González